sábado, 21 de enero de 2012

NO NOS CONFUNDAMOS

Buenas a todos y todas vuelvo a contactar por aqui y esta vez para relatar una breve pero importante historia, 
no por ella en sí, sino por sus matices, hará dos o tres semanas, paseando por el centro de Córdoba visité con 
mi pareja una joyería de las que imponen por su escaparate, tras la duda sobre el precio de una de sus piezas 
entramos, pregunté a la tendera la calidad de sus materiales y en su respuesta hayé una terrible y vergonzosa 
realidad que se dá en ''algunos'' de los ''profesionales'' del sector joyero. Su primera respuesta fué oro blanco y 
brillantes, y le pregunté extrañado, ¿brillantes?, querrá decir diamantes, ¿no? ella respondio brillantes diamantes 
es lo mismo ( en ese momento quede horrorizado ) pero no sería la única no grata respuesta sobre su 
ignorancia, le volví a preguntar , ¿naturales o sintéticos? y ella muy segura y con una pequeña mueca de 
superioridad contestó, naturales porsupuesto, los sinteticos serian zirconitas (.......................quedé maravillado 
de como con tan poca cultura sobre algo se puede sobrevivir y llamarse a si misma profesional del sector) , sin 
más me marché y me compré una bebida energetica para recuperarme de tan sucio altercado.

Hoy os dejo una breve reseña para al menos saber que existen zirconitas, diamantes sinteticos y diamantes 
naturales y que su nombre no son brillantes, sino que brillante es una talla muy común en esta gema.



La circonia cúbica, también llamada circonita, es la forma cristalina cúbica del 
óxido de zirconio ZrO2. El material sintetizado es duro, sin fallas ópticas, y 
generalmente incoloro, pero puede hacerse en una variedad de colores 
diferentes. No debe ser confundido con el zircón, que es un silicato de zirconio (ZrSiO4).


Debido a su bajo costo, durabilidad, y semejanza visual muy cercana al 
diamante, la zirconia cúbica sintética se ha mantenido como el más 
importante competidor gemológico y económico del diamante, desde 1976. Su 
principal competencia como gema sintética es un material más recientemente 
cultivado, la moissanita sintética.







Los diamantes sintéticos son diamantes producidos en procesos tecnológicos, en oposición a los diamantes 
naturales, que son creados en procesos geológicos. Los diamantes sintéticos también son conocidos como 
diamantes HPHT o diamantes CVD, donde HPHT y CVD se refieren al método de producción, que son la 
síntesis de alta presión y alta temperatura (en inglés: high-pressure high-temperature), y deposición química 
de vapor (en inglés: chemical vapor deposition), respectivamente.
Han sido documentadas numerosas declaraciones, entre 1879 y 1928; cada intento ha sido analizado 
cuidadosamente y ninguno ha sido confirmado. En 1940, empezó una investigación sistemática en los 
Estados Unidos, Suecia, y la Unión Soviética, para crecer diamantes usando los procesos de deposición 
química de vapor y de alta presión y alta temperatura. La primera síntesis reproducible fue reportada 
alrededor de 1953. Estos dos procesos aún dominan la producción de diamante sintético. Un tercer 
método, conocido como síntesis de detonación, ha ingresado al mercado del diamante a finales de la década 
de 1990. En este proceso, son creados granos de diamante de tamaño en la escala nanométrica, mediante la 
detonación de explosivos que contienen carbono. Ha sido demostrado un cuarto método en el laboratorio: 
tratar grafito con ultrasónica de alta potencia, pero no tiene aún aplicaciones comerciales.

Las propiedades del diamante sintético dependen de los detalles de los procesos de manufactura, y pueden 
ser inferiores o superiores a las de los diamantes naturales: la dureza, conductividad térmica y movilidad 
electrónica son superiores en algunos diamantes sintéticos (tanto HPHT o CVD). Consecuentemente, los 
diamantes sintéticos son ampliamente usados en abrasivos, cortado y herramientas de pulido, y en 
disipadores térmicos. Están siendo desarrolladas aplicaciones electrónicas de los diamantes sintéticos, 
incluyendo interruptores de alto poder en centrales eléctricas, transistores de efecto de campo de alta 
frecuencia, y LEDs. Se usan detectores de diamante sintético de luz ultravioleta (UV) o de partículas de alta 
energía en centros de investigación de alta energía, y están disponibles comercialmente. Debido a su 
combinación única de estabilidad térmica y química, baja expansión térmica, y alta transparencia óptica en 
un rango espectral amplio, los diamantes sintéticos están convirtiéndose en el material más popular para la 
fabricación de ventanas ópticas en láser de CO2 de alta potencia, y girotrones.

Tanto los diamantes CVD y HPHT pueden ser cortados en gemas y pueden ser producidos varios colores: 
blanco claro, amarillo, marrón, azul, verde y anaranjado. La apariencia de las gemas sintéticas en el mercado 
ha creado preocupaciones importantes en el negocio de comercialización de diamantes, como resultado del 
cual se han desarrollado técnicas y dispositivos espectroscópicos para distinguir entre diamantes sintéticos y 
naturales.





El diamante natural

En mineralogía, el diamante (del griego antiguo αδάμας, adámas, que significa 
invencible o inalterable) es un 
alótropo del carbono donde los átomos de carbono están dispuestos en una 
variante de la estructura 
cristalina cúbica centrada en la cara denominada «red de diamante». El 
diamante es la segunda forma más 
estable de carbono, después del grafito; sin embargo, la tasa de conversión 
de diamante a grafito es 
despreciable a condiciones ambientales. El diamante tiene renombre 
específicamente como un material con 
características físicas superlativas, muchas de las cuales derivan del fuerte 
enlace covalente entre sus átomos. 
En particular, el diamante tiene la más alta dureza y conductividad térmica de 
todos los materiales. Estas 
propiedades determinan que la aplicación industrial principal del diamante sea 
en herramientas de corte y de 
pulido.


El diamante tiene características ópticas destacables. Debido a su estructura 
cristalina extremadamente 
rígida, puede ser contaminada por pocos tipos de impurezas, como el boro y el 
nitrógeno. Combinado con 
su gran transparencia (correspondiente a una amplia banda prohibida de 5,5 
eV), esto resulta en la 
apariencia clara e incolora de la mayoría de diamantes naturales. Pequeñas 
cantidades de defectos o 
impurezas (aproximadamente una parte por millón) inducen un color de 
diamante azul (boro), amarillo 
(nitrógeno), marrón (defectos cristalinos), verde, violeta, rosado, negro, 
naranja o rojo. El diamante también 
tiene una dispersión refractiva relativamente alta, esto es, habilidad para 
dispersar luz de diferentes colores, 
lo que resulta en su lustre característico. Sus propiedades ópticas y mecánicas 
excelentes, combinado con 
una mercadotecnia eficiente, hacen que el diamante sea la gema más popular.
La mayoría de diamantes naturales se forman a condiciones de presión alta y 
temperatura alta, existentes a 
profundidades de 140 km a 190 km en el manto terrestre. Los minerales que 
contienen carbono proveen la 
fuente de carbono, y el crecimiento tiene lugar en períodos de 1 a 3,3 mil 
millones de años, lo que 
corresponde a, aproximadamente, el 25% a 75% de la edad de la Tierra. Los 
diamantes son llevados cerca 
a la superficie de la Tierra a través de erupciones volcánicas profundas por un 
magma, que se enfría en 
rocas ígneas conocidas como kimberlitas y lamproitas. Los diamantes también 
pueden ser producidos 
sintéticamente en un proceso de alta presión y alta temperatura que simula 
aproximadamente las condiciones 
en el manto de la Tierra. Una alternativa, y técnica completamente diferente, 
es la deposición química de 
vapor. Algunos materiales distintos al diamante, incluyendo a la zirconia 
cúbica y carburo de silicio son 
denominados frecuentemente como simulantes de diamantes, semejando al 
diamante en apariencia y muchas 
propiedades. Se han desarrollado técnicas gemológicas especiales para 
distinguir los diamantes sintéticos y 
los naturales, y simulantes de diamantes.